Cuando se destapó que la Agencia de Noticias Rodolfo Walsh; había sido infiltrada por la Policía Federal, muchas empezamos a mirar al costado, a preguntarnos cuántos Balbuena habría en nuestras organizaciones y la respuesta no tardó mucho en llegar.

Habría mil espías como Balbuena.

Según se ratificara esta fuerza de espionaje de la Policía Federal existe desde los sesenta, más precisamente desde un decreto de 1963, lo que le da sustento legal a su existencia. Desde ese decreto pasaron dos gobiernos peronistas, una dictadura atroz y otros diez gobiernos constitucionales; ninguno de todos estos últimos gobiernos constitucionales, ni siquiera este último embanderado con declamaciones sobre la defensa de los DDHH han ejercido el derecho de derogación del mencionado decreto y la disolución de ese aparato represivo de espionaje.

¡Cuánto estupor hizo falta para que nos demos cuenta que durante una década, compartimos con un espía con nombre y apellido nuestras vidas y... Continuar leyendo