Si tomáramos la educación como un software o programa, la sensación más urgente sería su exclusividad. La percepción de su privatización, la falta de acceso a los recursos.

La escuela misma al ser un espacio de control es un lugar de encierro. La educación no es libre, ya que no permite el acceso total e indiscriminadamente a la información.

La estructura de roles en la educación está pensada para una tabicación dura del conocimiento, o sea: sólo aquellas que van obteniendo los permisos necesarios pueden acceder a ella, sino serás excluida del acceso al próximo nivel. Es aquí donde la educación debe ser hackeada, abrir las puertas y ventanas para socializar el acceso al conocimiento. Un conocimiento que debe someterse a revisión, mejoramiento y redistribución.

Para lograr esta transformación el eslabón fundamental es la operadora, la primer técnica que utiliza una hacker para acceder a un sistema es la Ingeniería Social; o sea el estudio del entorno ... Continuar leyendo