A mediados del pasado mes de
marzo, diversas organizaciones experimentaron un ataque distribuido de
denegación de servicio. Esto, desde luego, no es noticia, es algo que ocurre
con una frecuencia diaria, por diferentes motivos, sobre objetivos dispares y usando
técnicas que sabríamos reconocer al instante conociendo ciertos detalles. Este
ataque en concreto, se diferencia en la infraestructura usada como apoyo para
generar el tráfico de ataque. Un uso orquestado de recursos con una precisión y
capacidad de maniobra fuera del alcance del perfil atacante al que estamos
acostumbrados. Veamos que hay detrás del apodado recientemente "Gran cañón de China".
Martes, 17 de marzo. Los administradores del
sitio greatfire.org reciben
un tráfico de 2.600 millones de visitas. Cae el sitio principal y todos los
espejos que mantiene la organización a lo... Continuar leyendo