A la gente le gusta por lo general la comodidad. Cuanto menos trabajo y
menos preocupaciones mejor. Las empresas, por su parte, suelen dar a
clientes y usuarios aquello que les gusta. ¿Que hay que recordar una
contraseña y ponerla cada vez que quieras arrancar tu programa de
telefonía por Internet?... pues no te preocupes, que él lo hará por ti.
¿Que no quieres ni molestarte en iniciar sesión cada vez que accedes a
tu webmail?... pues, nada, hacemos que la sesión persista incluso cuando
tú cierres el navegador.
Contraseñas, cookies y otras credenciales acaban con frecuencia ocultas a
nuestra vista, almacenadas por las aplicaciones a saber cómo. Y en
algunas ocasiones, a base de no tener que escribirlas, llegamos a
olvidarlas. Pero no hay que preocuparse demasiado: ya se sabe que hay
herramientas que extraen las contraseñas que tenemos guardadas en
nuestros sistemas. No hay más que buscar en
Internet y...aparecerán.
Lo malo es que el malware también existe. Y hay...
Continuar leyendo