Hace mucho tiempo -si medimos el tiempo en lanzamientos de apps y teléfonos, etc- me hice una cuenta en Twitter con el objetivo de compartir ciertos pensamientos a los que no encontraba lugar. Al poco tiempo en la cuenta había más gente que me conocía que gente que no lo hacía, y ya no servía, porque algo que me parecía clave era que nadie me conociera, para poder expresarme sin filtros. De haber existido en ese momento, no habría sacado una cuenta en Twitter sino en Medium, que es la red de la que hoy hablamos.

Es interesante cómo las redes se van caracterizando por distintas cosas. La mayoría lo hacen primero por ser cerradas (no podés participar ni interactuar sin una cuenta en la red ni prostituir tu intimidad) y antisociales (frivolizan las relaciones interpersonales, banalizan los lazos entre las personas), y luego por aquello que se comparte. En Twitter tenés hasta 140 caracteres para expresarte, algo que nadie usa y escribe dos o tres twitts por cada tema, porque a ... Continuar leyendo