El domingo, al celebrar con nuestras madres e hijas y gritar los goles de una selección más defensiva, aquellas que nos reunimos en la asamblea listera de PROYECTO UTUTO nos encontramos con un mail que anunciaba la muerte de la primera distribución libre aceptada por la Free Software Foundation y recomendada durante mucho tiempo por Richard Stallman.
Hola amigos, envío este mensaje a los últimos que estuvimos activos en la lista de correo del Proyecto UTUTO.
Como comentó Daniel en su momento, el hosting del proyecto dejó de brindar servicio por falta de pago.
Como dije yo en su momento, todos opinamos y casi nadie actúa.
Lamentablemente en el mundo real si no se paga por un servicio el mismo termina muriendo.
Es así que lo último que quedaba activo del proyecto era el sitio web y este 9 de junio dejó de funcionar y con eso se cierran las listas de correo también.
Lo único que queda funcionando es la radio que la estoy manteniendo en mi hosting y que si desean escucharla pueden hacerlo accediendo a www.radiodogo.com:8000
Bueno, es todo lo que les quería comentar y también para que puedan aclarar las preguntas del porqué no funciona el sitio ni las listas.
Hagan extensivo esta notificación a personas que conozcan que estaban interesadas en acceder al sitio.
Un gran abrazo y nos seguiremos leyendo en otros proyectos.
Diego Calbo
Con este mail; que explica la pantalla del navegador de abajo termino una etapa. Trece años de trabajo silencioso produciendo software libre 100%; porque PROYECTO UTUTO, se trato de eso un proyecto totalmente libre para generar conocimiento distribuido libremente. Por eso fue invisibilizado.
No es la primera vez que un proyecto de software libre es
invisibilizado en base a vaciarlo de significado con definiciones como
“distribución para hackers”, “Sistema difícil y poco amigable”, “No es
compatible” o “…no me anda el wifi”.
Y esto sucede con un Movimiento del software libre muy numeroso y activo. ¿Entonces que sucede?.
La realidad es muy simple. Nuestra definición es equivocada.
Definirnos como defensoras del software libre es un ejercicio de
neolengua, para vaciar de sentido el término y practicar con gran éxito
el software abierto.
Basta con recorrer las sedes de los FLISOLes realizados durante los
últimos cuatro años, para ver cómo no hay un solo evento que trabaje el
software que la FSF apoya, ni UTUTO, ni DRAGORA, ni MUSIX son de la
partida en las sedes del “software libre” y si lo son UBUNTU, HUAYRA,
MINT, DEBIAN y FEDORA, todas distribuciones que han abandonado el lado
GNU y se han pasado sin miramiento a ese engendro llamado FLOSS.
Ya hace años que las que adherimos al software libre sostenemos que abierto y libre no es lo mismo. El FLOSS no existe; por más que a simple vista gocen de un éxito aceptable.
Evidentemente la cadena de instrumentaciones discursivas del software
cerrado y las tibias, que no querían abandonar el concepto “producto”
hna calado en la aceptación de las usuarias y para la mayoría es más
fácil aceptar un software que no adhiere a las 4 libertades, t que las
restringe al uso beneficiando a la autora, que permite derivaciones
cerradas; que un software que nos da la soberanía de nuestras decisiones
y aprendizajes.
No se puede ser libertaria a medias, proclamar la libertad, pero aceptar la naturalidad de pequeños vasallajes.
El más pequeño vasallaje ya es un ejercicio de sometimiento y por lo
tanto una restricción a nuestra libertad. Es una forma de esclavitud y
de explotación. Por eso nosotras decimos que sólo podemos ser libres
respetando la libertad de las comunes.
Muchas apodan a las defensoras del software libre “talibanes” o
“fanáticas”; más allá de la ofensa que me significa me ha llevado a
preguntarme una y otra vez lo mismo: ¿Se puede ser fanática de la
libertad? ¿Las consecuencias de este fanatismo de la libertad con
responsabilidad social son las mismas que las de los otros fanatismos?
¿Por qué debo aceptar ser “medio libre”? ¿Por qué debo considerar mi
libertad otro producto que me es ofrecido y pagar por ella? ¿Todo tiene
precio?.
Después al recorrer listas, post y leer el anuncio de que tal o cual proyecto que apoyaba la libertad común ha fracasado; veo que los comentarios son muchas veces de alegría o de culpabilidad.
Pero no veo la misma efusividad en los anuncios de los proyectos privados; inclusive descubro que algunos se ponen la camiseta de esas empresas y se solidarizan.
O veo en la calle a muchas con las camisetas, gorras, bolsos y hasta
termos de Microsoft, Monsanto, Bayer o Clarín; pero no veo a ninguna con
la camiseta de UTUTO, Tribuna Hacker, PPP o Científicos precarizados.
Es más fácil ser vasalla que libre.
Hace poco un amigo me dijo es más fácil soñar que Máxima (por la
argentina devenida en Reina de Holanda) come un asado con nosotras; que
comer el asado con una luchadora social. La gente le gusta soñar desde
su living que se codea con la realeza y no ensuciar sus manos con el
barro y la semilla que le dará sus frutos. Y pensándolo bien esto se
aplica a todas las realidades, porque todo requiere esfuerzo y la
libertad es la que más esfuerzo requiere para conseguirla y conservarla.
Ahora; ¿Es culpa de la gente de las sociedades individualistas
contemporáneas o de nuestra ineficacia para generar comunidades?. Yo
creo que es nuestra culpa, nuestra falta de activismo social que nos
haga una presencia necesaria en la comunidad.
Los estados y las empresas proclaman su adhesión al software libre; pero
incentivan el uso de software cerrado, la vigilancia de sus ciudadanas y
empleadas, la restricción de algunas libertades y los negocios con los
modelos privativos. Es por eso que Capitanich festeja reunirse con las
gerencias de Microsoft o Monsanto desde su twitter.
Somos aquellas que nos decimos hacktivistas las que debemos llevar la
practica hackers y del software libre a las comunidades. Somos nosotras
los que debemos profundizar la libertad en toda su extensión.
Debemos crear redes libres que sirvan para la comunicación, con DNS
libres, con espacio para repositorios con software libre para todas las
comunidades, donde la cultura y la información no puedan prohibirse de
ninguna forma.
Si las escuelas y las universidades, no se ponen a la cabeza de esta lucha contra los farenheit cerebrales; deberán hacerlo los colectivos sociales
Debemos protestar con nuestros métodos hacktivistas contra cada patente fitogénetica, de software, a la cultura porque una sola que se establezca nos daña.
Hoy UTUTO parece haber muerto.
Sin embargo; muchas se resisten a ello y están llamando a los que
luchan a unírseles para eso están montando una web, un blog y todo
aquello que puedan para volver a ser lo que era UTUTO.
Porque UTUTO no era una distribución.
Porque UTUTO no era un rejunte de software en un GNU/Linux bonito.
UTUTO era una forja.
UTUTO era un símbolo,. Nuestro símbolo de la libertad.
Y esas pequeñas resistencias me recuerdan una frase que decía mi abuelo; “cuidado con los pedregullos del camino porque son los que pueden derribarte” y sueño con que esta pequeña piedra llamada PROYECTO UTUTO derribe los mitos que el software cerrado y corporativo levanta cada día, inclusive desde sus revistas más linuxeras.
Esta Comunidad nuevamente en desarrollo llama a todos a unirseles desde programadoras a usuarias novatas, desde artistas digitales a dibujantes de crayón porque todos somos comunidad.
Y compartir no es delito.