Las humanas siempre compartimos nuestras creaciones hasta que llegaron Bill Gates y Jobs.
Cuando yo me pongo a colaborar con algún proyecto; revivo aquellos
tiempos en el Barrio Industrial de Rosario, que con las chicas del
barrio organizamos, el querido Lamparita Clú y el Club Palomo Javier. En
el primero armábamos circuitos eléctricos y motores; así terminamos
haciendo una heladera, que andaba conectandola al motor de un 4L,
basándonos en un plano que publicó la vieja HOBBY que coleccionaba mi
abuelo. En cambió en el Palomo hacíamos aviones de madera balsa con
motores rudimentarios y peleábamos guerras con el Barón Rojo de Ludueña;
continuación de la guerra de barriletes de años anteriores.
En aquellos años la historieta era la puerta a la aventura de las
adolescentes; mi héroe era Juan Salvo; el eternauta; y nos reconocíamos
en su afición a juntarse con sus amigas en una habitación de su casa, a
hacer inventos que se basaban en la revistas de eléctronica y mecánica... Continuar leyendo