Hace 25 años, cuando faltaban 5 minutos para las 8 de la noche, la
Argentina apareció por primera vez en la incipiente galaxia de
Internet. Fue un jueves, y los medios no publicaron nada al día
siguiente. Tampoco el sábado. De hecho, casi nadie se enteró. Ni
siquiera en la misma Cancillería, donde estaban los equipos que habían
establecido aquel vínculo satelital con la red de redes. Pero para el
país fue un paso inmenso y decisivo. Histórico, también. La
Argentina
fue la primera nación de América latina en ponerse en línea, frase que
por entonces no figuraba en la conversación cotidiana, pero que en los
años subsiguientes revolucionaría la forma en que hacemos todo.
Es más: todo el asunto de
Internet era tan raro, tan nuevo y tan poco
comprendido que esa noche había un solo hombre mirando la consola del
router
cuando apareció el mensaje: "line up". En ese momento, Jorge Amodio
supo que la Argentina estaba oficialmente conectada con
Internet, por
medio de la Universidad de Maryland, en los Estados Unidos. Pero no
había estado solo en el proyecto.
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