Estoy seguro de que los que nacisteis el siglo pasado, antes de la instauración de la “era internet” habéis escuchado de vuestros mayores los siguientes consejos: “No hables con desconocidos“, “No aceptes caramelos de personas que no conozcas“, “No te subas al coche de un extraño“, “No abras la puerta a nadie mientras te encuentres solo en casa”.
Eran otros tiempos en los que los padres
nos educaban sobre los peligros a los que estaríamos expuestos si
entablábamos relaciones con “desconocidos”.
Hoy sin embargo con Internet la cosa ha cambiado, abrimos la “puerta”
de nuestra casa a cualquiera, inconscientes de los peligros a los que
nos exponemos o simplemente porque no queremos verlos, y lo peor de
todo, con nuestra “desidia”, exponemos a los peligros de la red nuestros menores.
¿Cuántas veces habréis “obligado”
a vuestros hijos a que se fuesen a jugar a la habitación y de esa forma
poder estar relajados en... Continuar leyendo