A finales de 2010, Google introdujo en Chrome autofill, una característica cómoda, pero que puede suponer un problema de seguridad para sus usuarios. Incluso después de que otros navegadores sufrieran problemas de seguridad relacionados con esta funcionalidad, y que la funcionalidad en sí haya sido cuestionada, sigue siendo posible robar la información almacenada del usuario que rellena un formulario sin que lo perciba.
En general, almacenar datos sensibles en el navegador no suele resultar
una buena idea. Justo antes de que Chrome implementara el "Autofill", en
verano de 2010, se descubrió cómo sacar todos los datos almacenados en Safari con fuerza bruta en JavaScript.
El usuario rellenaba un campo pero el navegador se encargaba de
rescatar todos los demás almacenados, probando todas las letras y
dejando que el navegador hiciera el resto. La vulnerabilidad fue
parcheada poco después. No hace tanto, en agosto de 2013, se criticó
desde muchos frentes ... Continuar leyendo