Una de las características más felices o tristes en una notebook es
su batería. Cuando estamos por comprarla, miramos sus materiales, su
cantidad de celdas, su autonomía, nos sorprendemos o decidimos por una u
otra dependiendo de nuestras expectativas. ¿Para qué comprar una
notebook que no podemos usar como tal?
Luego de mucho análisis y prueba, la compramos pero…. nos damos
cuenta de que no nos fijamos en el detalle de su peso: nuestra
increíblemente robusta y novedosa notebook, la que tiene una autonomía
de 50 horas al 100% de sus recursos, la más potente y barata del
mercado, la mejor compra, la que hicimos sólo nosotras… ¡pesa 3 kilos!
Bueno, no importa, nos ha costado mucho y la queremos, la vamos a llevar
a donde sea. Con el tiempo el amor se pasa y nuestra notebook termina
como máquina de escritorio, conectada a la red eléctrica y… con la
batería puesta.
Vendrá entonces una amiga y nos dirá que no conviene dejarla con la
batería puesta y que ... Continuar leyendo