Recientemente se ha podido comprobar lo difícil que es desaparecer sin
dejar ni rastro en
Internet. Uno de los casos más sonados es el del
español Mario Costeja González,
que denunció (y venció) a Google frente a los tribunales europeos en Luxemburgo. Tras una larga lucha,
consiguió entre otras cosas que se pusiera el foco en el derecho al olvido,
y que muchas de las grandes compañías y corporaciones cambiaran el
rumbo en sus políticas de negocio y empezaran a poner a disposición de
los usuarios la capacidad de poder practicar el "
Habeas data".
En el caso concreto de Costeja, el epicentro de toda la polémica era una publicación del periódico digital La vanguardia, (
que aún hoy puede ser vista), donde aparecía el propio afectado en una relación de subastas judiciales públicas causadas por diversos embargos.
La ...
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