Aunque el
espionaje a través de las webcams
es un asunto conocido y repetido desde hace años, la publicación por
una página web rusa de grabaciones y transmisiones de miles de
cámaras
IP, de circuitos de vigilancia comerciales, de instalaciones caseras o
de webcams instaladas en equipos informáticos, ha tenido amplia
repercusión mediática tras la alerta por parte de las autoridades
británicas de telecomunicaciones y protección de datos.
Las transmisiones y grabaciones alcanzan al mercado corporativo, locales
comerciales de todo tipo o cajeros automáticos y cajas registradoras y
también al mercado de consumo, dormitorios privados y estancias de
bebés, entre otros.
Podríamos pensar que esta invasión a la privacidad se ha producido por
un exploit programado aprovechando una vulnerabilidad en el firmware de
los equipos, el software de control o como el que vimos por un error de
Flash Player en Chrome, pero nada más lejos de la realidad.
Simplemente...
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