Aunque el
espionaje a través de las webcams
es un asunto conocido y repetido desde hace años, la publicación por
una página web rusa de grabaciones y transmisiones de miles de
cámaras
IP, de circuitos de vigilancia comerciales, de instalaciones caseras o
de webcams instaladas en equipos informáticos, ha tenido amplia
repercusión mediática tras la alerta por parte de las autoridades
británicas de telecomunicaciones y protección de datos.
Las transmisiones y grabaciones alcanzan al mercado corporativo, locales
comerciales de todo tipo o cajeros automáticos y cajas registradoras y
también al mercado de consumo, dormitorios privados y estancias de
bebés, entre otros.
Podríamos pensar que esta invasión a la privacidad se ha producido por
un exploit programado aprovechando una vulnerabilidad en el firmware de
los equipos, el software de control o como el que vimos por un error de
Flash Player en Chrome, pero nada más lejos de la realidad.
Simplemente estaban al alcance de cualquiera ya que eran equipos cuya
contraseña de acceso no había sido modificada y conservaban los valores
por defecto que implementan los fabricantes y que son ampliamente
conocidos en
Internet. En otros casos, incluso, estaban totalmente
abiertas sin autenticación de ningún tipo.
Modelos de Panasonic, Foscam o Linksys se encuentran entre los dispositivos vulnerables aunque
esto es solo la punta del iceberg
y la responsabilidad se extiende a la industria en general y no solo a
los fabricantes de
cámaras IP o webcams porque el -mal- hábito de poner
el mismo usuario y contraseña por defecto es extensible a routers, smart
tv y otros productos electrónicos conectados.
La actualización del firmware y del último software del fabricante es
otra de las medidas a realizar por el usuario, cuidando en extremo, la
instalación de software adicional de terceros. Bloquear el acceso remoto
y apagar
cámaras IP y webcams cuando no sean utilizadas es otra medida
recomendable a realizar por el usuario.
Consejos
- Desconectar el acceso remoto de la cámara siempre que no lo necesiten.
- Actualizar el firmware de la cámara
- Asegurarse de que se ha cambiado la contraseña que la cámara trae por defecto por uno "más solida" y fácil de recordar. "Incluso mejor, usar una frase como contraseña, como por ejemplo 84LoveEatingPizzaWatchingFootball!".
- Cerciorarse de que se han aplicado y se están utilizando todos los ajustes para seguridad que provee el fabricante.
- Instalar una VPN y conectarse a la misma antes de a la cámara web.
Es imposible asegurar al 100% un dispositivo conectado pero no lo
pongamos tan fácil. La forma real de asegurarlas en realizar una
conexión VPN hacia el hogar y desde allí conectarse a la cámara web.
Fuente:
BBC y
Muy Seguridad