En los últimos dos años surgieron 1.420 startups.
Las crean jóvenes profesionales y ex empleados de compañías. Algunas son
muy especializadas y generan productos de alto valor agregado. El éxito
del juego Preguntados y los límites de las nuevas microtech.
La industria del software también padece los efectos de la
desaceleración económica. Pero entre ajustes de costos y reconversión de
modelos de negocio, emerge una nueva camada de jóvenes empresas, las
microtech, que le imprimen su sello a todo el sector. Una estadística de
la CESSI (la cámara que agrupa a las empresas de software) muestra que
en los últimos dos años el stock de empresas del rubro saltó de 2.360 a
3.780, es decir, que en este corto período y a pesar de las dificultades
surgieron 1.420 startups, a razón de 2 por día.
Detrás de este
impulso emprendedor se esconden razones muy complejas, tanto internas
como externas, que generan en algunos casos entusiasmo y en otros,
desconfianza. “La próxima Facebook puede salir de acá”, celebra
optimista Martín Migoya, CEO de Globant, la ascendente multinacional
argentina (ver página 9). “Creo que esto es una etapa de aprendizaje,
hay que ver cómo evoluciona”, desconfía Ignacio Vaca de Osma, un alto
ejecutivo de IBM.
Directivos, empresarios y analistas del sector
observan a la nueva generación entre sorprendidos, estimulados y
escépticos. Pero a ninguno le resulta indiferente. “La industria
atraviesa un período de enorme reconversión de perfiles y modelos de
empresas, mucho más chicas, dinámicas y disruptivas”, dice José María
Louzeao, presidente de la CESSI. El fervor emprendedor “responde al
incremento de la demanda del exterior y a la atención de procesos
específicos”, es decir, aplicaciones y programas informáticos muy
puntuales para la banca, telecomunicaciones, organismos estatales y
empresas de energía, entre otros. La muy alta especialización está en el
ADN de esta oleada de startups.
¿Qué piensan, de dónde salen, qué
perfiles tienen y cuáles son los objetivos y ambiciones de estos
aspirantes a liderar una industria basada en el conocimiento? En su
mayoría son ex empleados de grandes compañías y egresados de carreras
afines, ansiosos que intentan aprovechar las nuevas oportunidades. Las
estadísticas sectoriales son ilustrativas: entre 2011 y 2013, la tasa de
crecimiento del parque empresario creció un 62%, mientras que la masa
de empleados aumentó sólo un 11,4% (de 63.500 a 73.500). Están los
ambiciosos con proyectos y los inconformistas, que no aceptan las reglas
de las corporaciones Con apenas 29 años, David Wilson recuerda los
inicios de Exit, una de las nuevas microtech recientemente conformadas.
En una mesa de Starbucks, este ingeniero en Sistemas se asoció a
principios de 2012 con Gustavo Kruger, de 42 años y licenciado en
Administración de Empresas, para representar inicialmente los productos
de una empresa de la India. El proyecto derivó hacia el desarrollo de
software mobile (dispositivos móviles) y la Web. Con el foco marketinero
del Customer Experience , Wilson explica que Exit también
integra y adapta sistemas complejos de Oracle y que aceptan encargos de
empresas locales. “Trabajé en Neoris y Everist, dos consultoras. Ahora
sólo me interesa dirigir el destino de mi propia empresa”, dice.
En su corto recorrido, Exit factura $1,8 millones anuales, tiene una plantilla de 15 empleados (algunos freelance
) y un plan de negocios ambicioso. “El objetivo a cinco años es
expandirnos a Ecuador, Paraguay y EE.UU., entre otros países, y mudar
nuestras oficinas a la zona de Olivos”, resume.
Al igual que
otros, Javier Porretti, CEO de la filial local de la mexicana Softek,
diferencia en dos grupos al universo de las microtech. Al primero le da
una connotación despectiva: las llama freelance. “Es un esquema de
empresa con un puñado de empleados liderados por un ex empleado que
tiene contactos y que maneja proyectos chicos”, dice. El segundo, en
cambio, “tienen mucha especialización: juegos para Facebook,
aplicaciones en inteligencia artificial, desarrollos para algún modulo
de un sistema muy complejo, son temas de mucho valor agregado y que
tienen una demanda inusitada”.
En la industria tratan de conocer
la dimensión del fenómeno microtech. Louzeao, de la CESSI, cree que
fortalecerá a todo el ecosistema del software. Aludiendo sin nombrar a
IBM, HP y la india Tata, dice que las grandes corporaciones ya no mueven
el amperímetro, principalmente por la pérdida de competitividad de las
exportaciones de servicios. Las últimas estadísticas de la cámara
indican que el 54% de las empresas de software son microtech. “El 33,2%
son pequeñas, el 10,5% son medianas y sólo el 2% son grandes”, sostiene
Louzeao.
Una visión que desconcierta El tren de la industria
continúa avanzando. Menos que otros años, pero crece. La facturación en
el mercado interno alcanzó en 2013 los US$3.447 millones, y US$996
millones en exportaciones. “El año pasado, quedaron sin cubrir 5.000
puestos de trabajo”, concluye Louzeao. La escasez de talento es un
déficit crónico del sector, especialmente en los perfiles de alta
capacitación: faltan programadores e ingenieros. Muchos de ellos, al
parecer, prefieren emprender antes que trabajar para otros. Y esto
genera desconcierto: “Los jóvenes tienen una visión distinta a la
nuestra, no tienen fidelidad por la empresa”, rezonga Vaca de Osma, de
IBM. “A esta generación nos cuesta entenderlos, nunca pensaron en
trabajar en relación de dependencia”, afirma Porretti.
“Para mí lo
prioritario era despegar solo y no trabajar para una corporación”,
responde Máximo Cavazzani, fundador de Etermax y responsable de varios
juegos muy exitosos, como Preguntados y Apalabrados . Con
apenas 28 años, este ingeniero informático recibido del ITBA es uno de
los exponentes más notables de esta nueva generación de emprendedores
del software. Etermax, según explica, tiene hoy 70 empleados, incluyendo
muchos ex compañeros de estudios y el foco puesto en el mercado global.
“Siempre quise emprender, hacer algo por mi cuenta”, agrega.
La
enorme diversificación de la tecnología informática dificulta la acción
de las grandes compañías. Redes sociales, smartphones, laptops, software
corporativo cada vez más complejo, aplicaciones específicas, entre
otras cosas, es un campo de acción inabarcable. Allí aparece la
especialización: un conocimiento chico para una demanda internacional.
“Oracle tiene 10.000 productos y SAP, 3.000. La tecnología se dispersó
tanto que se crearon muchos nichos nuevos. Allí entran las microtech.
Son los mejores, pero de algo puntual”, comenta Fernando Silvestre,
director de Marketing de Neoris, del grupo mexicano CEMEX. “Y muchos de
estos emprendedores son ex empleados de Neoris”, remata.
Fuente http://www.ieco.clarin.com/economia/sello-nueva-generacion-emprendedores_0_1199280359.html