Una de las características más felices o tristes en una notebook es
su batería. Cuando estamos por comprarla, miramos sus materiales, su
cantidad de celdas, su autonomía, nos sorprendemos o decidimos por una u
otra dependiendo de nuestras expectativas. ¿Para qué comprar una
notebook que no podemos usar como tal?
Luego de mucho análisis y prueba, la compramos pero…. nos damos
cuenta de que no nos fijamos en el detalle de su peso: nuestra
increíblemente robusta y novedosa notebook, la que tiene una autonomía
de 50 horas al 100% de sus recursos, la más potente y barata del
mercado, la mejor compra, la que hicimos sólo nosotras… ¡pesa 3 kilos!
Bueno, no importa, nos ha costado mucho y la queremos, la vamos a llevar
a donde sea. Con el tiempo el amor se pasa y nuestra notebook termina
como máquina de escritorio, conectada a la red eléctrica y… con la
batería puesta.
Vendrá entonces una amiga y nos dirá que no conviene dejarla con la
batería puesta y que además en caso de tener que reponerla, nos costará
alrededor del 50% del equipo. Claro, nuestra notebook es muy barata,
pero en calidad de notebook, si hablamos de la mitad de su precio sólo
en batería pensamos en correr a comprar vaselina. Todo esto lleva a que
nos empiece a preocupar y que nunca sepamos qué hacer, porque por más
que nuestra amiga sepa mucho, no estamos seguras de si es o no cierto,
“¡andá a saber quién se lo dijo a ella, si no tiene notebook!” pensamos
sin encontrar consuelo.
Desde
Tribuna Hacker te contamos que esto es cierto. Que si dejás tu notebook
conectada a la red eléctrica y con la batería puesta disminuís MUY
SERIAMENTE la vida útil de su batería. Conozco dos equipos idénticos de
igual uso, uno lleva 5 años conectado y perdió su batería en 2 años de
uso, el otro tuvo el uso para el que estaba hecho y aun conserva su
batería con la misma capacidad que el primer día. Paralelo a esto, se
comenta que no conviene cargar la batería al 100% pues esto disminuye su
capacidad de carga. También es cierto.
Pero… ¿por qué sucede esto?
Bueno, porque si se llega a límite de la capacidad de carga de las
celdas de ión-litio, estas se desgastan enormemente producto de que
tienen que soportar un voltaje muy alto. Lo ideal es nunca dejar que la
batería llegue al 100% de carga y con esto evitar el alto desgaste
producido por el estrés que significa la carga. Cada vez que cargás,
cada celda hasta un voltaje determinado, a medida que aumenta el
porcentaje de energía almacenada crece el voltaje en cada una y eso
repercute en un mayor estrés. Esto termina por reducir los ciclos de
carga.
Según investigadoras, una batería que se carga durante toda su vida
útil al 100% puede soportar entre 300 y 500 ciclos, en cambio una que se
carga al 70% durará entre 1200 y 2000 ciclos.
Bien, perfecto, pero… ¿cuánto dejo que se descargue? Las mismas
investigadoras dicen que conviene conectar la notebook para que se
cargue cuando su batería está al 40% y desconectarla cuando la recarga
llega al 80%.
Por último, si sos de las que quieren conservar su batería durante
mucho tiempo, te cuento que una de las peores cosas que le podés hacer a
la tuya es someterla a grandes temperaturas (como la del sol directo,
la luneta de un auto, o el baúl, o la que produce si le tapás la
ventilación), pues esto atenta directamente contra su capacidad de
carga.
Fuente http://www.tribunahacker.com.ar/2014/08/es-recomendable-dejar-una-notebook-enchufada-y-con-bateria-puesta/