Ser una persona empática no es fácil. Así lo reflejé en su momento en el artículo La escucha empática. ¿Por qué la gente no escucha? Y
no es fácil porque en muchas ocasiones se cree estar en la
obligación de dar una respuesta a la persona que se tiene delante. Esto
hace que las respuestas que damos a dichas personas tengan una
propósito empático pero, lamentablemente, en multitud de ocasiones no lo
son. En el artículo de hoy tengo la intención de enseñarte los 9 tipos
de respuestas no empáticas más comunes. Así que no te entretengo más y
doy comienzo al artículo. ¿Me acompañas?
Imagen extraída de Shutterstock
Las respuestas empáticas. ¿Hasta qué punto son necesarias?
A ver si me explico. Cuando nos
referimos al término empatía es necesario tener en cuenta que en muchas
ocasiones no es necesario dar una respuesta a la persona que tenemos en
frente, es decir, queremos ser empáticos dando respuestas que en la
mayoría de ocasiones no son empáticas. Entonces, ¿cuál es la mejor
respuesta empática? Pobablemente la mejor respuesta empática es no dar
ninguna respuesta. Así es. Las personas empáticas son aquellas que
destacan no por lo que responden, sino por su capacidad de escuchar.
Para ser empático no necesitas dar
respuestas, sino saber escuchar de manera activa al otro. Es lo que en
su momento denominé la escucha empática
o escucha con y desde el corazón Puede que esta afirmación te
sorprenda. Por ello mi intención es la de mostrarte tipos de respuestas
que en apariencia son empáticas, pero que, si las examinas en
profundidad, te darás cuenta de que no lo son.
¿Cuál es entonces la mejor respuesta empática?
La mejor respuesta empática es la que
puedes dar a través de la escucha, no de la respuesta. De lo que se
trata es de ser capaz de estar presente, de estar presenta frente al
otro con los cinco sentidos. Y eso se consigue vaciando tu mente y
escuchando a la otra persona con todo tu ser. Por tanto,
La empatía consiste en la capacidad de estar presente
De hecho, cuando una persona se acerca
para comunicarte algo, en la mayoría de ocasiones no busca una
respuesta, sino consuelo. Y el mejor consuelo no tiene por qué ofrecerse
en forma de respuesta, es decir, lo que realmente quiere la gente es
ser escuchada, transferirte sus sentimientos. Es saber interpretar el
momento en el que la otra persona te transmite el siguiente deseo
Sólo quiero que me escuches
Escuchar sin responder tiene un enorme
valor porque la escucha activa está normalmente exenta de juicio,
opinión y valoración. Cuando se escucha sin dar respuesta, lo que se
consigue es centrar toda la atención en el mensaje que te está
transmitiendo esa persona. Escuchar sin responder ofrece el tiempo y el
espacio al otro para que exprese de forma libre sus sentimientos y
pensamientos, facilitando así que se sienta comprendido por ti. En este
sentido hay un dicho que lo resume a la perfección:
No hagas nada, limítate a estar
Los 9 tipos de respuestas no empáticas.
1. Asesorativa. Creo que deberías…
2. Reconfortante. No te sientas culpable. Lo has hecho lo que mejor que has podido.
3. Personal. ¡Eso no es nada! Yo una vez…
4. Narrativa. Eso me recuerda la historia…
5. Relativa. ¡Anímate! Seguro que…
6. Condicional. Puedes aprender de esto si…
7. Correctiva. No es así.
8. Interrogativa. ¿Y por qué…?
9. Excusadora. Me hubiera encantado ayudarte, pero…
Ejemplos de respuestas no empáticas.
Imagínate que un alumno te dice la siguiente frase:
“He suspendido el examen de matemáticas con un cuatro.”
Ahora aplicaré los nueve tipos de respuestas no empáticas. Juzga tú mismo las respuesta:
1. Asesorativa. Creo que deberías haber planificado mejor la semana, puesto que tenías muchas pruebas concentradas en pocos días.
2. Reconfortante. No estés triste. Seguro que en el examen has dado lo mejor de ti.
3. Personal. ¡No te preocupes! Yo a tu edad solía suspender matemáticas y fíjate hasta dónde he llegado.
4. Narrativa. Acabas
de recordarme el día en el que me suspendieron un examen de música con
un cuatro. Me acuerdo como si fuera hoy del examen y de las preguntas.
5. Relativa. ¡Ánimo! Ya verás como en el siguiente te va mucho mejor. No es para tanto.
6. Condicional. Seguro que puedes aprobar el siguiente si te fijas en los errores que has cometido en este examen.
7. Correctiva. Sabes perfectamente la razón por la que no has aprobado este examen de matemáticas.
8. Interrogativa. ¿Y por qué crees que has sacado esta nota en el examen de matemáticas?
9. Excusadora. Me hubiera gustado haber podido ayudarte con el examen, pero las matemáticas no son mi fuerte.
Cuando la mejor respuesta no es una respuesta. La respuesta no empática. A modo de conclusión.
En este artículo he querido incidir sobre un aspecto que me parece francamente importante y es el siguiente: no es posible la escucha activa y la búsqueda de una respuesta al mismo tiempo.
¿Qué significa esto? Pues que se da más importancia a lo que queremos
responder que a lo que te está diciendo la otra persona. Hay que
escuchar con la mente vacía. Y para escuchar con la mente vacía no
puedes estar planteándote posibles respuestas. De ahí el peligro de
determinadas respuestas empáticas, respuestas que tal y como has visto
en el ejemplo no aportan soluciones. Porque, tal vez, la empatía no está
pensada para dar respuestas, sino para regalar tu presencia, tu espacio y tu tiempo al otro.
Escrito por Santiago