La corrupción y el secretismo ya han mostrado su lado más oscuro; las ciudadanas ya no son espectadoras pasivas; aunque tampoco activas. Estamos en un momento histórico raro, donde la ciudadana está luchando por ser nuevamente sujeto. Una sujeto comunitaria, en un mundo construido para la supremacía del “sálvese quien pueda”; del individualismo más rapaz.

En este contexto de grandes avances y exclusiones las ciudadanas buscan saber qué está pasando. Una reedición virtual de «El pueblo quiere saber». Quieren también tener un control que obligue a sus representantes a mantenerse responsables.

Richard Stallmann decía que las garantías de la democracia debían de ser técnicas, y una de las formas más rápidas de transparentar las acciones de un gobierno es liberar todas sus actividades e informes financieros y de negocios en la red. Para eso ya hay varios proyectos que se engloban en «Ciudad de código abierto». Convertirse en una «ciudad de código abierto» es una de las mejores ... Continuar leyendo