No sé si por accidente -aunque siempre dudo de que en Internet estas
cosas pasen de manera azarosa- pero la combinación del abaratamiento del
hardware necesario para todo el proceso de producción y distribución
musical por un lado ha generado que hoy quien compre un disco lo haga de
una forma mucho más deliberada que en otros momentos. Antes, te
comprabas un disco para escucharlo, hoy te lo comprás para tenerlo, esa
es una característica importante del disco-objeto (y del libro-objeto y
muchos otros objetos culturales/artísticos).
El asunto es que comprás uno de estos objetos para tenerlo en muchos
sentidos: porque te gusta el arte de tapa, porque te identificás con esa
cosa, porque querés apoyar a la artista, o lo que fuere. Pero antes, la
escuchás en todos los tubos que tengas a mano: Goear, Grooveshark,
YouTube, en su web, en Facebook, en cuanto espacio de estos halla.
Pero sucede que en muchas ocasiones sólo querés una canción, o no te
interesa el disco sino sólo una canción, y eso de bancar a la artista no
te va, en muchos otros no tenés disponible el disco porque la artista
en cuestión vive del otro lado del mundo y el costo de enviártelo
resulta inabordable, además de que desconfiás no de la artista -a quien
darías ciegamente tu dinero- sino de nuestra aduana y de todas las
aduanas que te separan del disco que querés tener.
Paralelamente,
por un lado el hecho de que a las músicas les conviene más
autoproducirse y llegar a menos público que llegar masivamente a través
de una discográfica -y que muchos sistemas pagan algún dinerillo por
reproducciones, aunque por lo general es muy poco y ninguna vive de eso,
con excepciones- y por otro que no sólo las artistas tienen medios para
grabarse y compartir el material, en los tubos hay material al que no
podrías acceder de otra forma como conciertos, entrevistas, ensayos,
making off y demás.
Todo eso -y otros factores- hace que bajar arte siga siendo
necesario, aunque da lugar a la industria del arte-objeto, algo que tal
vez sea el futuro de la industria discográfica, habrá que ver. El asunto
es que hoy es frecuente que aparezca la pregunta: ¿cómo bajar vídeos o
audio de YouTube?¿Cómo bajo canciones de GrooveShark? y un largo
etcétera.
Hoy te sugiero ClipGrab para este tipo de menesteres. ¿Por qué?
Porque es multiplataforma (sirve en Window$, GNU/Linux u O$X, porque es
simple, porque es liviano, porque es gratuito, aunque no es libre, por
lo que no podés saber si en realidad se trata de un software diseñado
por la Paramount para identificar y rastrear a quienes bajamos cultura y
quienes la compartimos.
ClipGrab soporta por defecto descargas desde
- YouTube
- Clipfish
- Collegehumor
- Dailymotion
- MyVideo
- MySpass
- Svenload
- Tudou
- Vimeo
- Y varios otros
Podés bajar tanto el vídeo completo, como sólo el audio y guardarlo e
WMV, MPEG4, MP3, OGG Theora y OGG Vorbis, dependiendo del caso (es
obvio que no podés bajar vídeo en OGG Vorbis ni MP3). Este programa
además permite descargar en HD, algo bastante buscado en la actualidad.
Algo que me gustó mucho es que, así como sucede con GrooveDown,
ClipGrab cuenta con un buscador y un gestor de descargas incorporados en
el mismo programa, algo que simplifica las cosas y maximiza los
recursos.
Dale una probadita y contanos cómo te fue.