Por lo general cuando borramos un archivo creemos que ya no lo
veremos más, y de hecho, esa es nuestra intención, al menos la mayoría
de las veces. El asunto es que esto no es tan así. Muchas veces borramos
material que pretendemos borrar de la faz de la tierra (como nuestro
video erótico, o información íntima o confidencial), pero en realidad
esta información no es completamente eliminada.
El costado feliz de la nota es que podés recuperar archivos, cierto,
pero hoy queremos explicarte cómo es posible que alguien pueda recuperar
archivos que fueron borrados.
¿Por qué pueden recuperarse los archivos borrados?
Esto es más bien simple. Cuando le damos borrar a un archivo, el
sistema operativo no lo borra realmente, sino que marca el espacio en el
que está alojado el archivo como uno sin importancia. El sistema
operativo entonces, “no ve” esos archivos (en realidad “sabe” que están
allí, pero no tienen importancia). Cuando le indiquemos luego al sistema
que guarde un archivo, entonces esos sectores serán los primeros sobre
los que escriba y los archivos habrán desaparecido (y de paso: habrá
comenzado la fragmentación de tu disco).
Esta forma de borrar archivos es una forma de ahorrar recursos a tu
sistema, pues el borrado “definitivo” requiere de mucho más esfuerzo, y
además, no hay razón para borrar archivos inmediatamente. La noción de
“inmediato” pasa a ser “cuando haga falta espacio”, y de esta forma
economizamos recursos y tiempo.
Esto, como dice el título, aplica sólo a pendrives y discos rígidos
internos. El caso de las memorias SSD es diferente. En estas memorias,
para grabar un archivo nuevo, cada celda tiene que estar completamente
libre. Por esto es que grabar en una tarjeta lleva más tiempo que en un
pendrive, porque hay que borrar y grabar hasta terminar el proceso. Si
tenés una SSD vieja, habrás notado que con el tiempo se ponen lentas,
bueno, es por esto. Para corregir este problema hace un tiempo comenzó a
implementarse TRIM, un comando que en lugar de “borrar”, corta los
archivos. Cuando le decís al sistema operativo que borre algo en una
tarjeta SSD, lo que hace es enviar una orden TRIM y limpiar esos
sectores de una forma mucho más veloz que si tuviera que borrarlos.
El problema es que… TRIM sólo funciona de esta forma en discos
internos, lo que hace que tus archivos TAMBIÉN puedan ser recuperados de
memorias SD y explica por qué hay tanto material porno de famosas dando
vueltas. Alguien lleva su celular o su pc a arreglar. La técnica que
las recibe piensa “a ver qué tiene esta persona en su disco”… y ¡tarán!
Bueno, eso en algunos casos, en otros son las propias interesadas las
que envían su material a foros de onanistas y fanáticas.
En conclusión: prácticamente no importa dónde guardes algo, siempre
puede recuperarse. Salvo que tomes las precauciones que anotamos más
bajo.
¿No me creés? Probalo
Tomá tu pendrive, grabá un archivo, borralo y luego corré cualquier
programa de recuperación de archivos, vas a ver que el archivo que
“borraste” es recuperable y completamente legible. ¿Qué programa usar?
Bueno, podés usar TestDisk, que está liberado bajo licencia GPL.
¿Y se formateo el disco? Bueno, un formato rápido no sirve, no todos
los archivos podrán recuperarse luego de una formateada, pero sí muchos
de ellos.
¿Y cómo me aseguro de borrar 100% mis vídeos eróticos?
Bueno, ahí está la parte interesante: encriptándolo. Si borrás
archivos encriptados, quien intente recuperarlos e incluso lo logre no
podrá desencriptarlos.
¿Qué software usar? Bueno, hay muchos y dependen de tu sistema operativo, pero te recomendamos utilizar TrueCrypt.
Autor Pablo Lozano