Conocé el sistema que usa el estado para perseguirte
Se trata de SIBIOS, un software que se entrecruza con otros, para
poder integrar e indexar todos tos datos. Julian Assange lo calificó
como el “régimen de vigilancia más agresivo de América Latina”.
Hace 2 años la Presidenta Cristina Fernandez de Kirchner presentaba
el programa SIBIOS; el 7 de noviembre de 2011, junto al Ministro
Randazzo y la Ministra Garré. Lo presentaba como la panacea de la
seguridad perdida.
¿Que es SIBIOS?
Sistema Federal de Identificación Biométrica para la Seguridad. Busca
ser una base de datos que contenga todos los datos personales; en
combinación con el Programa AFIS (Sistema Automatizado de Huellas
Digitales) de la policía federal. Ambos softwares se apoyan mutuamente
dándole a cualquiera de las fuerzas de seguridad los datos de cualquiera
de los 40 millones de argentinas sin importar edad o situación social.
Este software registra datos biométricos (o sea patrones de nuestros
rostros que les informan a los policías desde las medidas de nuestras
orejas, hasta la distancia que hay entre nuestra frente y nuestro
mentón); datos biológicos (se tiene acceso a toda la información médica y
de conformación física de origen biológica de cada uno de nosotros); a
las huellas dactilares y fotografías. Este sistema es utilizado por la
Policía Federal, Gendarmería Nacional, Prefectura Naval, Policía de
Seguridad Aeroportuaria, Registro Nacional de las Personas y la
Dirección Nacional de Migraciones desde 2011.
SIBIOS es en sí un sistema de vigilancia permanente, se logró el sueño del Gran Hermano y de Betham
El modelo de vigilancia permanente se basa en dos principios básicos:
Todas son una víctima en potencia
Todas son sospechosas
Las cámaras no nos cuidan; nos vigilan
Al estar toda la sociedad en ese rango la única salida es la
vigilancia y más totalizadora sea mejor. Las cámaras no nos cuidan; nos
vigilan.
La Legislación Argentina protege nuestra intimidad.
LEY NACIONAL Nº 21.173 – Derecho a la Intimidad
Artículo 1 -Incorpórase al Código Civil como artículo 1071 bis, el
siguiente: El que arbitrariamente se entrometiere en la vida ajena,
publicando retratos, difundiendo correspondencia, mortificando a otro en
sus costumbres o sentimientos, o perturbando de cualquier modo su
intimidad, y el hecho no fuere un delito penal, será obligado a cesar en
tales actividades, si antes no hubieren cesado, y a pagar una
indemnización que fijará equitativamente el juez, de acuerdo con las
circunstancias; además, podrá éste, a pedido del agraviado, ordenar la
publicación de la sentencia en un diario o periódico del lugar, si esta
medida fuese procedente para una adecuada reparación.
Artículo 2 -Derógase la ley 20.889.
Artículo 3 -Comuníquese, etc.
Sanción: 30/IX/975 – Promulgación: 15/X/975 – Publicación: B.O. 22/X/975
O sea; según nuestra ley ninguna persona tiene derecho a entrometerse
en nuestra cotidianeidad, pero tanto el Estado nacional a través de
SIBIOS y AFIS, como las privadas a través de los diferentes soft de
datos (Equifax, Nosis,etc) y los bancos sí pueden y están continuamente
vulnerando de manera arbitraria nuestros datos personales.
Publican nuestros retratos, nuestros domicilios, nuestros consumos,
nuestros movimientos comerciales y bancarios, nuestras deudas y viajes.
Toda nuestra información circula en redes privadas a las que no tenemos
acceso y no somos informados del uso que se hace de nuestra información
particular.
También nuestra constitución defiende nuestra intimidad en su Artículo 19; que dice lo siguiente.
Art. 19.- Las acciones privadas de los hombres que de
ningún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un
tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas de la autoridad de los
magistrados. Ningún habitante de la Nación será obligado a hacer lo que
no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe .
El mencionado artículo contiene el concepto de las legistas Nozick y
Dworkin de “establecer límites a la persecución de fines sociales
conjuntos”. Esto significa que pone límites muy claros a la
criminalización de sectores sociales y de particulares molestas o
incómodas al Estado. Pero parece que no encontramos el camino y
tropezamos continuamente con la piedra de la “Seguridad Nacional”.
La tarea que se ha planteado el estado nacional parece ser la de
proteger la seguridad nacional, en lugar de proteger la libertad
individual y social; la tarea debería ser superar desafíos de
inseguridad ciudadana, que es producida no solo por la ratera común, o
el crimen organizado, o el narcotráfico, o la trata de personas y el tan
publicitado terrorismo internacional, sino que también (y tal vez lo
más importante) es producido por falta de oportunidades de empleo e
ingreso productivo, deterioro ambiental, carencias en educación y salud,
particularmente de la gente desposeída, abandonada en los últimos
veinte años por imposición de programas neoliberales y ahora en el
centro del foco de la criminalización.
La inocencia hoy ha sido sepultada bajo montañas de tecnología y la
generación de dependencia de esa tecnología que es una gran puerta a
nuestras vidas. Nos tratan de convencer de que estar conectadas las 24
hs 365 días al año es fundamental en este naciente siglo XXI; pero a la
vez conectan esa tecnología a bases de datos impresionantes y crean
forks (copias modificadas) de programas como PRISM para vigilarnos.
Imaginen por un momento, que gobierna un fascista que considera a
campesinas, villeras y otros sectores postergados un caldo de cultivo
para el terrorismo y da a una de las fuerzas ventajas operativas y
recursos; que nos garantizaría poder evitar una caza de brujas selectiva
y mortal. Cosa que nos garantizaría no tener que revivir lo ya vivido
con ejecutadas y desaparecidas acusadas de terrorismo, pero ahora con la
posibilidad de formatear nuestras historias desde una terminal a gusto y
necesidad de la fuerza represiva o el gobierno totalitario.
Las invito a ver Minority Report donde una Fuerza de Pre-Crimen
termina usando la tecnología para su beneficio. Desde el Estado se nos
dice que nos están cuidando, que si nos conocen es mejor. Pero lo que no
se dice es que cualquier administrador del sistema puede fácilmente
modificar los registros, alterar las fotografías y criminalizar a la más
conveniente. Inclusive cualquier error del programa puede dejar
nuestros datos expuestos, como acaba de pasar con el registro
fotográfico del Padrón que es tomado en sí del SIBIOS. (Del Documento
Nacional de Identidad).
Incluso Richard Stallmann se quejó de esto en una carta que había
publicado este suplemento y la Fundación VÍA LIBRE organizadora del
evento que lo había traído a la Argentina en 2012 y como hecho
anecdótico le robaron su notebook.
“En mis sueños, los argentinos eliminarían SIBIOS, y la
vigilancia de SUBE. Si sucede, puedo volver a visitar este país en el
que cuento con mucha amistad”, afirmó Stallman, agregando que “siendo
ateo, no digo ‘adiós’. Hasta el milagro, Argentina”.
Es bien conocida la oposición que hubo desde el colectivo del
Software Libre y el Partido Pirata a la Tarjeta SUBE, y el registro que
produce de los movimientos realizados por las usuarias.
Entre otras voces globales el año pasado fue Julián Assange se
refirió al programa de identificación (SIBIOS) lanzado por la Presidenta
Fernandez de Kirchner en 2011, declarando: “Argentina tiene el régimen de vigilancia más agresivo de América Latina” debido a “las medidas de identificación que se han lanzando en el país, como los sistemas biométricos para los pasaportes”.
Aquí entre otros; levantan su voz la referente de la ONG Fundación
Vía Libre; Beatriz Busaniche,que ha dicho desde su sitio al respecto
“Basados en el argumento de la seguridad, SIBIOS identifica a las
personas desde todo ámbito, incluso desde el espacio público, al cruce
con cámaras de seguridad. Parte desde el concepto orweliano de mantener
vigilada a la población”.
Nunca antes en la historia de la Humanidad, la privacidad de las
personas estuvo tan vulnerable y vulnerada, hoy todas somos sospechosas y
por decisión de una funcionaria podemos desaparecer o ser reemplazadas
con solo unos cuantos movimientos de ratón y teclado.
Si nos aliamos a esta visión de Seguridad Humana, podremos entender y
enfrentar los problemas reales de una sociedad enferma y dividida por
una globalización que no es tal y que solo se aplica a las
comunicaciones y la economía; y podremos comprender que no se garantiza
ningún éxito controlando únicamente la delincuencia criminal. Volcar
toda la responsabilidad en el trabajo coordinado del Ministerio de
Seguridad y las Fuerzas de represión y prevención de la República es
distorsionar la visión de la seguridad pública como componente esencial
de la seguridad humana.
Una sociedad que acepta la vigilancia-control permanente, está
vulnerando su seguridad y poniendo su evolución y libertad social en
otras manos para sentirse segura, y en esta cesión de nuestros derechos
perdemos nuestras libertades.
Para garantizar la seguridad pública, no se requiere de cámaras cada
50 mts, muy por el contrario; se requiere diseñar programas y proyectos
con una fuerte participación ciudadana y que las instituciones públicas y
privadas en que no solo se pongan el foco en acciones destinadas a
combatir la delincuencia, sino generando políticas de prevención
orientadas a neutralizar las causas estructurales que producen las
deformaciones del desarrollo humano que alimentan el brote o tolerancia
de patrones de conducta delincuencial, con preocupantes incidencias en
la libertad de los ciudadanos.
Hemos virado a hacia ser una sociedad donde todas somos sospechosas y
por ende criminales en potencia. La pregunta sería ¿es en este tipo de
sociedad hipervigilada y controlada donde queremos vivir? Si queremos
ser sospechosas de “precrimen” el resto de nuestras vidas. Y es ahí
cuando ya no me creo la frase final del spot…
La justicia y seguridad son pilares fundamentales del Estado de
Derecho, sin ellos no tendremos desarrollo, ni lograremos consolidar los
Acuerdos de Paz Social, pero si para lograr la seguridad vulneramos la
justicia y la libertad, o alentamos la exclusión de los sectores
postergados y una inclusión selectiva y elitista, seremos una sociedad
erigida sobre el fracaso y la falta de ética.
Personalmente miro a mi hija andando en bicicleta con su madre y me digo:
Yo No Quiero Tu Mirada