Un nuevo mensaje emitido desde Pekín volvió a poner en alerta a
legisladores de la oposición y a referentes de las Fuerzas Armadas por
el
posible uso militar que podría tener la estación espacial que está construyendo China en 200 hectáreas de Neuquén que fueron concedidas a 50 años por el Gobierno.
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Si el debate sobre el eventual uso
militar de esa estación espacial
giró hasta ahora en torno al secretismo con que fueron aprobados los
convenios de ese
proyecto sellados entre Cristina Kirchner y Xi Jinping, el
paper que emitió el 26 de mayo pasado la Oficina de Información del Consejo de Estado chino abonó nuevas sospechas y más
polémica.
En un informe sobre la estrategia
militar de China que Pekín distribuyó
a la prensa de ese país y que consta de seis capítulos, se dio a
entender que
"la fuerza aérea se esforzará por cambiar su enfoque de la defensa aérea del territorio tanto en defensa como en ataque". Y planteó la intención de
"construir
una fuerza de defensa del espacio aéreo como una estructura que puede
cumplir con los requisitos de operaciones aerotransportadas, la
proyección estratégica y el apoyo integral" para la defensa. El
texto es sinuoso y ambiguo. Está escrito en inglés y habla de la
defensa aérea, pero no menciona directamente la estación de
Neuquén,
aunque añade un concepto defensivo del espacio aéreo y lo que allí se
realice.
El documento de China contempla un capítulo dedicado a la seguridad nacional; otro sobre
"misiones y tareas estratégicas de las fuerzas armadas de China"; un apartado sobre la
"línea estratégica de defensa activa"; el capítulo IV habla de
"construcción y desarrollo de las fuerzas armadas de China"; el V apartado, de la
"preparación para la lucha militar", y el VI capítulo, sobre
"cooperación militar y seguridad".
En uno de sus párrafos relevantes el
paper sostiene que
"el espacio exterior se ha convertido como dominante en la competencia estratégica internacional". Y añade que
"los
países afectados están desarrollando sus fuerzas e instrumentos
espaciales y han aparecido los primeros síntomas de militarización del
espacio ultraterrestre".
Si bien el texto señala que
"China ha defendido el uso pacífico del
espacio exterior y se opuso a la militarización de la carrera
armamentista en el espacio exterior", también aclara que Pekín
"se
mantendrá al tanto de la dinámica del espacio exterior, frente a las
amenazas de seguridad y los desafíos en ese dominio para asegurar sus
activos espaciales y servir a su desarrollo económico y social del país
para mantener la seguridad en el espacio ultraterrestre".
La estación terrestre china será operada por China Satellite Launch and
Tracking Control (CLTC), una entidad cuyo director es el general Zhang
Youxia, que ocupa ese cargo por su condición de jefe del Departamento
General de Armamentos del Ejército Popular de Liberación (EPL), el
nombre que todavía conservan las fuerzas armadas chinas. Zhang es uno de
los 11 miembros de la Comisión Militar Central del PC chino, presidida
por Xi Jinping.
Oficiales y académicos vinculados con las Fuerzas Armadas de la
Argentina mostraron en reserva su preocupación ante el documento de
defensa que acaba de emitir China.
"En el texto se deja en claro que
el conflicto por el espacio aéreo parece ser claramente una amenaza a
futuro para China y un elemento más de la guerra cibernética",
expresó un asesor de las Fuerzas Armadas. La misma fuente aclaró que si
bien la antena aérea que China instalará en Neuquén no tiene aparente
uso militar, está claro que "podrá transformarse en un elemento del
espacio para la transmisión de información sensible". Para China, el
ciberespacio se convirtió en un pilar del desarrollo económico y un
nuevo campo de la seguridad nacional.