Si sos buena gente y te alegrás cuando a otra gente le
va bien, no te preocupes. “Esos síntomas se dan, pero en personas muy
competitivas u obsesivas, con algún problema de base”, dice el psicólogo
Santiago Gómez, del Centro de Psicología Cognitiva.
La
investigación fue realizada por la Universidad de Missouri, en
colaboración con un experto de la Nanyang Technological University de
Singapur. Lo firmaron los profesores Margaret Duffy, Edson Tandoc y
Patrick Ferrucci. Se estudió el comportamiento y las reacciones de 700
alumnos universitarios que usan las redes. El trabajo destaca: los
internautas de Facebook que mantienen un contacto normal con familiares y
amistades no tienen por qué verse afectados. Se da “una actividad
divertida y saludable”. Pero los usuarios que invierten demasiado tiempo
en inspeccionar eventos de carácter positivo que publican sus amigos
pueden desarrollar emociones como la envidia, al repasar las hermosas
vacaciones de los otros o sus compras carísimas.
La investigación
tuvo como objetivo precisar el efecto de los nuevos hábitos. En los
últimos años, se volvió común estar conectado muchas veces al día. Sin
embargo, todavía no se conoce al detalle qué síntomas emocionales
dispara.
“La navegación se vuelve casi adictiva: hay personas que
constantemente están ingresando a través del teléfono y esto puede
potenciar los síntomas. Si estás en un café con un conocido, el cara a
cara limita esas emociones negativas, pero en la intimidad de la
navegación, a cualquier hora del día, no te autocontrolás”, analiza
Gómez.
Si se interpretan los logros del compañero de trabajo al
que no querés tanto como un fracaso propio, se dispara la ansiedad.
Profundiza Gómez: “Se trata de actitudes que tienen que ver con lo
obsesivo-compulsivo. Y las obsesiones despiertan angustia”.
¿Cómo
tratarlo? La terapia de fondo, a largo plazo, apunta a cambiar la mirada
sobre los otros. Basta de enojarte en lugar de alegrarte. A corregir la
interpretación. En el corto plazo, el psicólogo cree que quien tiene
esos síntomas debería autolimitar su tiempo de navegación. No más de 30
minutos por día, por ejemplo.
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