Hace tiempo que Facebook utiliza una suerte de cookies, código que
instala en el ordenador de sus
usuarios para recolectar información
sobre las páginas que visitan y las aplicaciones que descargan. Hasta
ahora, la compañía aseguraba que no pensaba trabajar con esta
información, por motivos de seguridad, ni siquiera para usos
publicitarios. Pero el equipo de la red social ha cambiado de opinión.
Según publican medios como el
Wall Street Journal, la red social fundada por Mark Zuckerberg
anunció ayer que permitirá a partir de ahora a sus anunciantes segmentar sus campañas de acuerdo con los datos procedentes del historial de navegación de los
usuarios de la plataforma.
Es importante destacar que Facebook no compartirá el historial de
navegación del usuario con sus
anunciantes sino que actuará como
intermediario entre los anunciante y el usuario.
Hasta ahora, las marcas que se anuncian en
Facebook podían determinar su
target
en función de los intereses manifestados por los usuarios a través de
sus interacciones en la red social, o de las visitas de éstos a sus
webs, que sí quedaban registradas. Ahora entra en juego también el resto
de la navegación que éstos realizan.
La medida, cómo no, ha despertado rechazo entre todos aquellos que ya
critican desde hace tiempo la política de privacidad de Facebook. Chris
Boland, el responsable de marketing de la red social, la ha defendido
alegando que es muy similar a las prácticas ya empleadas por otras
compañías como Google, que, sin embargo, acarrean conflictos con
organismos como la AEPD o la Unión Europea precisamente por estos
métodos.
Además, si se suma a sus activos el historial de navegación de sus
usuarios, Facebook se convertirá –si no lo es ya- en la empresa del
planeta que más sabe sobre su público. Probablemente, la red social
fundada por Zuckerberg sepa más sobre los clientes de las empresas que
trabajan con ella de lo que dichas empresas saben.
El objetivo de comenzar a emplear el historial de navegación de los
usuarios como elemento de segmentación de campañas publicitarias es el
de aumentar el número de intereses que la página ya asocia con cada
usuario a partir de las interacciones que se producen en su plataforma.
Es decir, que si alguien visita habitualmente webs relacionadas con un
deporte determinado pero no ha hecho clic en ‘me gusta’ en ninguna
página de Facebook relacionada, la red social será ahora capaz de verlo,
y de ofrecer esa información a sus anunciantes.
Una política de privacidad cada día más delicada
La desconfianza de los usuarios de Facebook hacia la política de
privacidad de la compañía ha ido en aumento, más en los últimos tiempos,
en los que la red social ha cambiado incontables veces sus términos de
servicio.
La sensación es tan generalizada que ha llegado a ser reconocida por la
propia compañía, que el pasado mes de abril anunció cambios que
intentarían remediar esto, algunos de los cuales, como
la privacidad por defecto de las publicaciones,
ya se han hecho efectivos. Habrá que ver, en cambio, si esta nueva vía
de monetización publicitaria para la red social no se convierte en un
arma de doble filo de cara a sus usuarios.