Semanas antes de la comercialización de Windows 10 aparecen nuevas
informaciones que nos permiten hacernos a la idea cómo será la versión
definitiva del próximo sistema
operativo de los de Redmond. Según las
últimas informaciones todo parece indicar que
el usuario hogareño no podrá configurar nada relacionado a las actualizaciones y Microsoft impondrá al usuario una configuración automática.
Hasta el día de hoy, el usuario podía elegir si instalar actualizaciones
de forma manual o automática y en el primero de los casos disponer de
la potestad de elegir cuáles, algo que en el nuevo sistema operativo
parece que será imposible, generando con ello la aparición de algunos
problemas. Y es que en el caso de que se publique alguna
actualización
que genere problemas en los equipos el usuario no podrá hacer nada para
evitar su descarga.
Desde Microsoft afirman que este aspecto formará parte de los términos
de uso que el usuario deberá aceptar antes de instalar el
sistema. Sin
embargo, desde la propia compañía no han descartado que este
comportamiento se pueda modificar en algunas versiones, aunque es
bastante predecible que esto se aplique a aquellas versiones más
completas (como por ejemplo las
enterprise).
Hay quien esta nueva configuración no le disgusta, afirmando que mejora
la seguridad de aquellos usuarios más inexpertos. Sin embargo, también
los hay que para los que puede suponer un problema y que en un momento
determinado aparezcan conflictos entre aplicaciones que se están
ejecutando, provocando el cierre forzoso de estas.
Como suele suceder, hay opiniones para todos los gustos, pero sin lugar a
dudas son mayoría los que creen que Windows Update debería configurarse
en
Windows 10 de la misma forma que se ha hecho en los sistemas
operativos previos, permitiendo escoger en qué momento y cuáles se
instalan.