Bradley Manning fue condenado este miércoles a 35 años de cárcel por filtrar miles de documentos secretos a Wikileaks.
La sentencia es el desenlace del proceso militar que se celebra desde
hace dos meses contra el soldado estadounidense en la base de Fort
Meade.
A Manning le queda ahora la opción de pedir clemencia al oficial Jeffrey
Buchanan, que podría declararle inocente de alguno de los cargos o
revisar a la baja la sentencia pero no decretar un castigo mayor al que
le ha impuesto este miércoles la jueza Denise Lind. El letrado del
soldado, David Coombs, avanzó antes del juicio que solicitaría el
indulto para el soldado a la Casa Blanca. Aunque se antoja difícil que
Barack Obama vaya a indultar a quien ha recibido la mayor condena por
espionaje de la historia del país.
La sentencia degrada el rango militar de Manning, le deja sin derecho a
recibir ninguna paga y reconoce que ha cumplido 1.294 días de cárcel
durante el periodo que ha pasado en prisión provisional. El soldado
deberá pasar entre rejas un tercio de la sentencia antes de lograr la
libertad condicional.
La fiscalía militar había solicitado 60 años de cárcel para Manning,
declarado culpable hace unos días de 20 cargos. Entre ellos seis
incluidos en la Ley de Espionaje y cinco relacionados con el robo de
información confidencial. La jueza Lind exoneró entonces al soldado del
delito de ayudar al enemigo, que le habría granjeado la pena de cadena perpetua sin revisión.
Manning filtró a Wikileaks unos 700.000 documentos secretos
mientras trabajaba como analista en Irak en 2010. Entre ellos miles de
telegramas de diplomáticos estadounidenses en todo el mundo y un vídeo
en el que los pilotos de un helicóptero Apache matan a nueve personas
entre las que se encontraban un fotógrafo de Reuters y a su conductor iraquí.
"Este soldado ha traicionado a Estados Unidos y por esa traición debe pasar la mayoría de lo que le queda de vida en la cárcel",
dijo el lunes el capitán Joe Morrow, que ejerce como representante de
la fiscalía en el proceso militar. Morrow solicitó entonces a la jueza
que degradara el rango del reo en el Ejército y le impusiera una multa
de 100.000 dólares: unos 75.000 euros al cambio actual.