Sigo sin entender por qué tanta gente sigue usando ese sistema. No alcanza con que la misma desarrolladora te trate de delincuente por que le pagaste una copia de un trabajo que ya pagó y cuyos costos cubrió hace años, no alcanza con que sea una multinacional que intenta imponer a los estados qué deben hacer, ni que su fundadora haya estado implicada en la muerte de miles de personas y en experimentos en humanas. ¿Realmente no te importa usar un sistema desarrollado por alguien así? ¿Si Hitler se hubiera puesto una fábrica de autos, los comprarías sin dudar? Bueno, hoy Micro$oft sigue poniéndose la gorra y lo que sigue es que va a decidir de manera remota qué software podés instalar y por qué.

Así de fácil: la empresa de Redmon anunció que va a bloquear software privativo -del que no tengas licencia paga- utilizando para eso las puertas traseras que incluye ya en el sistema y en caso de que lo necesitaran, utilizando actualizaciones del sistema. Sucede que la multinacional que siembra la mediocridad por el mundo actualizó su CLUF -un acuerdo entre quien titula software privativo y quien usa ese software que estipula cómo se usa entre otras cosas- específicamente en lo que respecta a los llamados Servicios Micro$ft. Específicamente en la sección 7 del inciso B se explicita la posibilidad de la corporación de meterse en tu sistema utilizando actualizaciones para bloquear lo que llaman “juegos falsificados” (un juego no puede ser falso, por más que no lo hayas pagado) y “hardware no autorizado” (fijate qué detalle: te dicen cuál hardware podés usar cuál no).

Uno de los problemas ya clásicos en la multinacional que desarrolla Window$ es el maltrato y la confusión que ejerce y provoca sobre sus usuarias (la gente que le da de comer, pague o no el sistema). Las opciones de privacidad, el criterio que se usa para su activación y el proceso de instalaciones limpias -entre otras- en Window$ 10 es una muestra de todo eso. Esta actualización de términos y condiciones, por supuesto unilateral, no sólo es enorme, además requiere de conocimientos legales avanzados, lo que deja afuera de su comprensión a todas las usuarias del sistema que no tengan conocimientos legales, cosa que debería invalidad en el acto dicho acuerdo.

Especialistas han criticado que tras leer toda la lista de servicios alcanzados por esos términos y condiciones, parecen no alcanzar ningún sistema, pero sí aparecen elementos como Cortana, Skype, Office 365, OneDrive y toda la gama Xbox.

Hay que destacar que el punto 7 del inciso B dice que la empresa pude “descargar automáticamente en su equipo, sin cargo alguno para usted, actualizaciones del software o modificaciones de los ajustes de configuración para mantener al día, mejorar y continuar desarrollando los Servicios, entre ellas las que le impiden acceder a los Servicios, reproducir juegos falsificados o utilizar dispositivos periféricos con hardware no autorizado”.

Insisto: seguir usándolo no tiene ningún sentido. Si querés, date una buena panzada de asco y terminá de leer el acuerdo.

¡A borrar!

Autor

Pablo Lozano