Cualquiera puede estar en el punto de mira del francotirador digital,
que aguarda escondido tras el muro de unos y ceros, y puede elegir como
víctima algo tan grande como un estudio de Hollywood o tan pequeño como
un usuario particular. Los métodos y motivos son múltiples, desde los
fines políticos a los que buscan hacer un buen negocio.
La compañía rusa Kaspersky
ha bloqueado 2.200 millones de ataques
durante los primeros tres meses de 2015: el doble que en el mismo
trimestre del año pasado. La empresa también contabiliza un gran aumento
en su recuento de malware diario (todo programa que intenta infiltrarse
o dañar un ordenador), que ha pasado de los 160.000 a los 225.000, un
40%. La compañía antivirus rusa Kaspersky ha bloqueado el doble de
ataques durante el primer trimestre de 2015 que en el mismo periodo de
2014
Una de las razones apuntadas por Kaspersky para este aumento es el
enorme alcance de los ataques internacionales ocurridos en este
trimestre. En la misma línea, hace solo un mes, Microsoft apuntaba
en un post de su blog oficial
el aumento destacado del macromalware, ataques a través de emails
falsos que imitan a instituciones públicas o empresas, como el que
sufrieron miles de cuentas de correos españolas en abril.
Los cibercriminales parecen seguir al pie de la letra las tendencias: en
su punto de mira se sitúa sobre todo el móvil. El estudio de Kaspersky
indica que los programas maliciosos dirigidos a este dispositivo se han
triplicado. Los ciberataques pretenden obtener dinero con los datos
bancarios del usuario. Para ello, el malware que ha infectado el móvil
replica el aspecto de una gran marca, Google por ejemplo, y le pide al
usuario que ingrese la información de su tarjeta de crédito. A veces se
llega al sarcasmo: se han dado casos de ataques que justificaban el
solicitar esta información por la necesidad de "luchar contra la
delincuencia informática". Otro estudio de un gigante en los antivirus
(Symantec, los creadores del Norton)
apuntó en su estudio anual de 2014 que casi una de cada cinco aplicaciones para Android es un programa malicioso.
Por países, algunos de los países y territorios que sufren mayores
índices de ataques son China, gran parte de Latinoamérica —Perú sería el
más infectado según Panda— u Oriente Medio —Siria, Catar o Argelia
resultan especialmente castigados. En cambio, el territorio más seguro
para blindarse contra la infección es Europa, con Noruega, Suecia,
Francia, Reino Unido o Portugal como regiones relativamente seguras para
navegar en la red.