Advierten sobre software pre-instalado en computadoras
nuevas con Windows
Referentes de la comunidad local de software libre advirtieron sobre
la limitación a la libertad de elección y la amenaza a la soberanía
tecnológica que supone el software "Secure Boot", un programa anunciado
por Microsoft que vendría pre-instalado en las nuevas computadoras con
Windows 10 para impedir la instalación de sistemas operativos
alternativos. "De comprobarse estas limitaciones en el
arranque de las
computadoras, sería muy negativo para la libertad y la
seguridad de los usuarios", aseguró en diálogo con Télam el experto en
regulación tecnológica e investigador del Conicet Ariel Vercelli, quien
resaltó la "relevancia" del tema.
Durante la presentación del nuevo Windows 10 en en la ciudad china de
Shenzhen, el gigante estadounidense del
software anunció la semana
pasada la llegada de Secure Boot, al que describió como "un estándar de
seguridad desarrollado por miembros de la industria de las PC para
ayudar a asegurarse de que su computadora inicie utilizando sólo el
software que es considerado de confianza por el fabricante".
En otras palabras, el programa consiste en impedir que las personas que
adquieren una computadora con la nueva versión de
Windows puedan
instalar un sistema operativo alternativo, como entre otros Ubuntu o
Huayra, conviertiéndolas en una suerte de rehenes del sistema operativo
de Microsoft.
Si bien en la presentación en China la multinacional norteamericana
indicó que serán los fabricantes de
computadoras quienes deberán tomar
la decisión de permitir a las personas desactivar o no el Secure Boot,
Télam intentó corrobar esta información con Microsoft pero no tuvo
respuesta.
"Tal vez sea una buena oportunidad para que en Argentina se desarrolle
una regulación pública específica, consensuada con los fabricantes de
computadoras radicados en el territorio nacional, que le permita a los
usuarios decidir mejor qué sistemas operativos quieren usar", consideró
Vercelli, y agregó que una norma en este sentido "otorgaría más y no
menos derechos a los compradores de computadoras".
"Algo similar debería ocurrir con los teléfonos móviles que se producen y
se comercializan en el territorio nacional" dado que "estos nuevos
estándares también serían un fuerte incentivo para fortalecer la
industria informática nacional y regional", agregó.
Por su parte, el desarrollador de software Álvaro Soliverez aseguró a
Télam que Microsoft "ahora, invocando la seguridad como razón, intenta
bloquear otros sistemas operativos que no tengan su certificación. O
sea, los creadores del sistema operativo con el peor registro de
seguridad, incluso sospechados de vender estas vulnerabilidades,
intentan ser los que definen qué es seguro y qué no".
El programador comparó la compra de una computadora con Secure Boot
activado con la de un reproductor de DVD que sólo acepte "las películas
de cierta compañía de cine, que no pueda reproducir ni cine local ni el
DVD que me armé yo filmado con mi celular ni ningún otro".
"Como desarrollador y usuario de software libre es una jugada que no me
sorprende. Esto debería ser materia de los organismos de defensa de la
competencia de todo el mundo, pero los procesos legales tardan años y
llegan demasiado tarde", manifestó.
"Por meras ambiciones comerciales, Microsoft estaría frenando la
innovación que representa Huayra y otros proyectos de software libre. En
definitiva, para el país es un tema de soberanía tecnológica, y como
principal comprador de tecnología el Estado debería mirar este tema con
preocupación", aseveró al referirse al sistema operativo desarrollado en
el país para las computadoras que entrega el Porgrama Conectar
Igualdad.
El miembro de la organización KDVeV explicó que no se trata de la
primera vez que la corporación fundada por Bill Gates intenta "evitar
que los usuarios puedan utilizar otros sistemas operativos junto con
Windows", aunque "en este caso, lo anuncia de manera abierta".
"También implementó mecanismos para evitar que otros sistemas operativos
funcionen correctamente en la misma computadora, como es el caso de
Windows Vista, modificando silenciosamente el inicio de la computadora
para eliminar la opción de arrancar otros sistemas operativos", precisó.
"Sería inadmisible, y este caso es igual. Se aprovechan que el asunto es
más técnico y poca gente instala su propio sistema operativo, pero las
libertades que están en juego son las mismas", afirmó.