
En agencias tan grandes como la NSA, es difícil que todo el mundo piense igual. Ya sabemos
que TOR es una herramienta incómoda para ellos,
pero algunos de sus agentes no piensan que haya que destruirla por
completo, e incluso podrían estar
ayudando a mejorarla y asegurarla.
La fuente son las sospechas de Andrew Lewman, uno de los principales responsables del
proyecto Tor. Según comenta
en la BBC,
reciben reportes anónimos cada mes que les ayudan a corregir
vulnerabilidades. Esos reportes son de fallos sutiles o complejos,
vulnerabilidades que sólo estarían al alcance de alguien
"con la experiencia y tiempo para leer el código de Tor durante semanas o meses".
Añade que, según William Binney, un antiguo oficial de la NSA, hay
muchos
agentes que no están de acuerdo con las prácticas de la agencia y
estas filtraciones a TOR serían una manera de demostrarlo. Como el
sistema de bugs de TOR es anónimo, pueden hacerlo sin desvelar su
identidad.
No es la primera vez que aparece esta dualidad de los gobiernos con TOR.
Sí, la red se usa para cosas ilegales, pero también para que
periodistas o "topos" se comuniquen de forma segura. De hecho, el
Departamento de Defensa de Estados Unidos
financia Tor, con más de 800.000 dólares el año pasado.
Al fin y al cabo, a ellos también les compensa tener una herramienta
para navegar anónimamente cuando no controlan los puntos de salida a
Internet.
Todo esto acaba demostrando que tor es una herramienta demasiado valiosa
como para que la NSA la destruya directamente, insertando puertas
traseras que podían ser descubiertas por otras agencias. De hecho, por
lo que sabemos según las filtraciones de Snowden, los ataques se basan
más bien en usar la capacidad de la NSA para analizar el tráfico que en
insertar puertas traseras.
Fuente:
BBC y
GenBeta