Hacker logra secuestrar un avión utilizando un smartphone
El laburo de informar conlleva una
responsabilidad. Y te lo digo no atajándome, sino contándote por qué
contar esto. Difundir una vulnerabilidad es muy distinto a dar la
dirección postal y poner la foto de la casa de una testigo protegida,
así como también es distinto a mostrar la cara de alguien que está
acusada de un crimen sin que se haya probado que se cometió. ¿Por qué?
Porque basta con que nuestro rostro aparezca en un medio masivo con
algún rótulo (ej: “Acusada de violar a su hija”) para que, movidas por
el rechazo al delito del que se acusa a alguien, manifestemos nuestro
odio en contra de la acusada, sin notar que está acusada, que no se ha
comprobado que así sea, que delito y culpable son cosas distintas.
Seis palabras en un medio masivo, bastan para condenar sin juicio a una persona.
Esas 6 palabras en un medio masivo, suelen condenar a esta persona de
por vida -porque la mina vuelve a su barrio y sigue habiendo estado
acusada- aunque durante el juicio se compruebe su inocencia. Luego las
autoras del titular, publican que “la liberaron”, pero no dicen que se
comprobó su inocencia en el titular, sólo que le dieron libertad.
La diferencia aquí, es que, más allá de los escraches, publicar una vulnerabilidad es obligar a resolverla.
Lo que sigue es contarte que podés tirar abajo un avión desde tu
celular, no te voy a decir cómo, pero te voy a contar que se puede.
Saliendo del ejemplo, aunque no tanto, te cuento que una hacker
llamada Hugo Teso, creó una app para Android que permitiría redirigir el
tráfico aéreo y con esto demostró las vulnerabilidades del sistema de
control aeroportuario.
Esto prueba algo muy importante también: un atentado como el del 11
de Septiembre de 2001 en EEUU, hoy no necesitaría que nadie se
sacrifique ni utilice armas. Sólo unos clicks con el dedo en una hermosa
pantalla deslizante. ¡Alegría en la casa de la familia Kamikaze!
Durante una conferencia de ciberseguridad Hugo Teso demostró cómo
cualquier persona con conocimientos generales y las herramientas
necesarias podría secuestrar un avión desde una localización remota.
Esto se debe a la misma naturaleza de los sistemas que utilizan las
aerolíneas y es muy simple: los mensajes que intercambian los aviones
con las estaciones de control se realizan SIN ningún tipo de cifrado a
través de satélites o radio.
Por
lo que utilizando un sistema de administración aérea -que compró en
eBay- y un transmisor de radio, Hugo accedió al sistema de mensajería de
las aerolíneas y desde ahí a los sistemas que controlan el piloto
automático de los aviones, lo que le dio la posibilidad de mandar el
avión a donde quiera.
Soy una aficionada a la aeronáutica, aunque no soy alguien con
conocimientos que puedan considerarse muy serios porque son sólo
teóricos, pero estoy en contacto con muchas pilotos y una ENORME
cantidad de ellas me han comentado que los vuelos de los grandes aviones
están mayormente navegados a través de la navegación automática. Suena
muy bien, pero confiar en las máquinas de forma tan ciega no es gratis.
Dejar de pensar por nosotras mismas significa pensar que quien
desarrolló un determinado software es perfecto y no habrá cometido
ningún error. Bueno, si sos de esas, viene Hugo y te manda el avión a
Groenlandia. Hay que sumar que muchos aviones ya no cuentan con
instrumentos de vuelo manual, por lo que si Hugo quiere, podés terminar
por allá. Pero la culpa no es de Hugo. La responsabilidad es de quien
tiene una brecha de seguridad tan estúpida como es no cifrar los
mensajes con los que se dirige la nave.
Hugo Teso además creó un app de
Android llamada Plane Sploit con la que redirigir aviones virtuales,
pero que es perfectamente utilizable para aviones reales. La aplicación
no sólo le permite cambiar el curso del avión, sino que también generar
distintos ataques a las pasajeras como disparar las máscaras de oxigeno
generando el terror correspondiente a tal situación en pleno vuelo.
Esta hacker hizo estas demostraciones en Hack in de Box una
conferencia de seguridad en Amsterdam, donde participó como expositora y
utilizó su Samsung Galaxy para demostrar sus afirmaciones.
Por desgracia no podés bajarte la aplicación. Pero si te ponés a investigar, vas a poder mandarle un avión a quien quieras.