Por: Jimena Naser
Se lee y se destruye. Esa es la política de la aplicación desarrollada
por Ezequiel Alvarez, investigador adjunto del CONICET en el Instituto
de Física de Buenos Aires (IFIBA, CONICET-UBA) quien, inspirado en la
teoría de la mecánica cuántica, desarrolló una página web que permite
mandar mensajes confidenciales por
Internet a través de un servidor
seguro.
¿Cómo contribuyó la mecánica cuántica en el diseño de este sistema de envío de mensajes confidenciales?
Cuando una persona le manda un mail a otra, el problema es la
posibilidad de pueda ser interceptado y leído por un tercero sin que el
receptor sepa que fue espiado. Para evitar esta situación se usa una
analogía a una función de la cifrado
cuántico que se llama colapso de
la función de onda.
¿Qué es la función de onda?
Es una forma de representar el estado físico de un sistema de
partículas en mecánica cuántica, como por ejemplo los electrones, que
podríamos imaginar como un ‘flujo’. A grandes rasgos, esta función sufre
variaciones – colapsa – cuando se hace una observación o medición en
alguna parte de un sistema. Por ejemplo, si A le envía a B un mensaje
encriptado, pero en el camino C lo intercepta y lo lee, se modifica o
colapsa la función de onda y el mensaje se borra. Ese es el principio
que aplicamos para desarrollar este sistema: aprendemos de la
mecánica
cuántica de los electrones.
¿Cuál es el mecanismo cuántico que aplicaron?
La encriptación del mensaje se basa en el espín, que es como si,
hablando mal y pronto, fuese el sentido en el que rotan los electrones
sobre su propio eje. Entonces, si A le envía a B un mensaje encriptado
en espines de electrones, y C intenta leer el mensaje en el medio sin
saber la dirección del espín en la que está encriptada la información,
entonces la función de onda se colapsa, el mensaje se borra y jamás le
puede llegar a B. Entonces, si B lo lee tiene la certeza de que nadie lo
interceptó, y esa es la gran ventaja de la encriptación cuántica.
¿Cómo funciona concretamente esta aplicación?
En forma resumida, Alicia le quiere enviar un mensaje confidencial a
Bernardo. Para esto, en vez de enviar el contenido por email, se dirige a
la página web del servidor seguro. Allí Alicia escribe el contenido y
clickea el botón que genera un link, se lo manda a Bernardo por su
casilla usual de correo y cuando él lo recibe puede leer su contenido.
En el mismo momento en el que la información llega a su pantalla, el
servidor borra el mensaje del link y de cualquier otro lado, excepto de
la pantalla de Bernardo.
¿La información no se puede guardar de ninguna manera?
Si Bernardo ve en su pantalla el mensaje tiene la certeza de que nadie
más lo ha interceptado y si desea guardarlo la única posibilidad es
copiarlo y pegarlo en algún programa dentro del disco duro de su
computadora.
¿Qué limitaciones tiene la encriptación cuántica?
La principal se da en los casos en que la conexión hacia el servidor no
es segura. Por ejemplo, en los sistemas de seguridad nacional el
Estado debería tener control sobre el mismo y sus enlaces dentro del
país, lo cual está dentro del alcance de lo posible. Si es para la
seguridad de una empresa, entonces la compañía debería tener el servidor
dentro de su espacio físico y programar sus nodos para que los enlaces
no salgan de la empresa, lo cual también es sencillo.
¿A quiénes les serviría esta aplicación?
Podría usarse para seguridad nacional, pero sería necesario que el
servidor seguro se encuentre dentro del país y que los enlaces de envío y
descarga no salgan de la red local. Así, aunque los servidores de las
principales casillas de correo se encuentren fuera de la Argentina, el
contenido del mensaje a través de este sistema no salió del país. Si
Alicia o Bernardo se encontrasen fuera del territorio nacional, entonces
el envío no sería seguro. Además se puede usar también para seguridad
industrial, empresarial o personal.
Fuente:
CONICET