Matías Apablaza
tiene 15 años y vive en Neuquén. Creó un sistema para ayudar a personas
no videntes a distinguir los colores y con su prototipo ganó la primera
edición argentina de la Feria Científica de Google.
Estudiante de tercer año del Instituto Tecnológico del Comahue de la
ciudad de Neuquén, Matías diseñó, programó y ensambló un dispositivo
"económico, portátil y fácil de armar que convierte el color (que es un
concepto abstracto), en sonidos asociados que los representan,
permitiendo a las personas con pérdida de visión identificar los
colores", según describió a su invento.
Matías se inspiró en las
personas no videntes de la asociación Awkinko, que trabajan con macramé y
tienen dificultades para reconocer los colores de los ovillos que usan
en sus tejidos.El joven de 15 años buscaba que su invento fuera portátil
y pequeño -de manera que cupiera en el bolsillo de un pantalón-,
versátil, fácil de usar y barato, ya que si bien algunos smartphones de
gama alta pueden realizar la conversión de colores a sonidos, estos "por
su precio no son accesibles a todo el mundo", explicó.
Así, se
dedicó durante el verano a terminar su iniciativa (que ya había
presentado -en un estado de menor desarrollo- en la edición 2013 del
evento), ensambló el prototipo y lo presentó en el "Google Science Fair
2014", el certamen global que convoca a chicos de entre 13 y 18 años a
presentar proyectos que ayuden a resolver problemas locales concretos.
A partir de los proyectos presentados, el equipo de Google hizo una
preselección de tres y se los giró a un jurado local, integrado por
reconocidos investigadores y especialistas en ciencia y tecnología, que
determinaron al ganador en función de diversos criterios de evaluación:
la relevancia local, la capacidad de inspirar a otros jóvenes
científicos, el grado de impacto en el entorno, la pasión demostrada por
la ciencia, la excelencia metodológica y las habilidades de
comunicación.
El evento, que se realiza desde hace cuatro años,
tuvo por primera vez en esta edición reconocimientos locales además del
ganador a nivel internacional."Es en este tipo de trabajos donde vemos
cómo la tecnología es un gran igualador de oportunidades y todo el
potencial que tiene nuestro país en presentar propuestas creativas e
inspiradoras en el terreno de las ciencias”, sostuvo Florencia Sabatini,
Gerente de Comunicaciones y Asuntos Públicos de Google Argentina.
Los
resultados se dieron a conocer a la madrugada y Matías se quedó
despierto hasta las cuatro de la mañana para esperarlos. "Cuando vi que
se habían publicado y no estaba, me volví a dormir, enojado", contó,
pero luego la madre lo fue a buscar para avisarle que había ganado.
"Todavía
estoy cayendo", se sinceró Matías, que desarrolló su dispositivo
utilizando una placa de Arduino (una plataforma de hardware libre, con
un microcontrolador y un entorno de desarrollo, diseñada para facilitar
el uso de la electrónica) y un "pseudolenguaje de C", con una inversión
en materiales de poco más de 300 pesos.
Matías aprendió a
programar por su propia cuenta, viendo videos en Internet. "Vengo
investigando desde los 9" años, y "venía manejando Arduino desde hace
dos años".Ya se había anotado en la edición 2013 de la Feria pero lo
había hecho sobre la hora, por lo que el proyecto estaba incompleto.
Esta
vez, en cambio, se preparó con más tiempo. "Pensando en qué podía
presentar, pensé en ayudar a los ciegos. Fui a la asociación Awkinko y
llevé la idea para ver si les parecía útil. Me dijeron que sí", explicó,
y se lanzó al desarrollo.
Después de programar el software del
dispositivo, le pidió a una profesora que lo revisara para cerciorarse
de que no tenía errores, y presentó su dispositivo.Ya con el premio
asegurado, Matías afirmó que seguirá mejorando su artefacto.
"Ahora
sigue agregarle mejoras para identificar billetes y corregir un margen
de error de un 5 por ciento en situaciones de extrema luz", sostuvo, y
señaló que continuará ampliando la gama de colores que el aparato
reconoce. La edición 2014 de la "Google Science Fair" incluye también
ganadores locales en otros países de Latinoamérica, quienes al igual que
Matías recibirán como premio de mil dólares, según informaron desde
Google.
En tanto, el 22 de septiembre se elegirá un ganador a
nivel global entre un grupo de 15 finalistas -cuyos nombres se darán a
conocer en agosto-, que será premiado con 50 mil dólares, un viaje a las
Islas Galápagos y experiencias en el CERN, Google o el Grupo LEGO,
además del acceso por un año a los archivos digitales de la "Scientific
American" para la escuela del ganador.