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Nuestros “ordenadores de bolsillo” Android nos dan la posibilidad de instalar aplicaciones de todo tipo.
Aplicaciones con mayor o menor
usabilidad, tal vez no nos aporten nada salvo, al ejecutarlas, poder
disfrutar de una imagen, escuchar un bonito sonido o… ¿quién sabe?
Normalmente
estas instalaciones las realizamos desde la tienda oficial Google Play
que es una plataforma de distribución digital de aplicaciones móviles
para los dispositivos con sistema operativo Android. Las aplicaciones se
encuentran disponibles de forma gratuita, así como también con costo.
Podemos acceder a la “tienda” directamente desde nuestro dispositivo móvil, mediante la aplicación “Play Store”,
o también desde otro dispositivo con conexión a Internet (ordenador,
Tablet, etc), para ello solo debemos entrar en nuestra cuenta de Google o
Gmail y desde nuestro navegador acceder a “Google Play”,
Una vez seleccionada la aplicación,
de pago o gratuita, podremos instalarla directamente en nuestro
dispositivo móvil, que en caso de tener más de uno deberemos
seleccionarlo en las opciones de instalación desde la web.
Sea cual sea el medio, por el que hemos instalado nuestra nueva aplicación, SIEMPRE deberemos descargarlas de “tiendas” de confianza,
además deberemos prestar atención a la seguridad de nuestro
dispositivo, aunque Google verifica las aplicaciones que se encuentran
disponibles para su descarga… ¡bueno a lo mejor no todas, o a lo peor
alguna aplicación con “malas intenciones” se le cuela! , lo que
si tenemos que hacer es activar en nuestro Android la verificación de
las aplicaciones que queramos instalar y nos avise de cualquier problema
que sea detectado previo a su instalación. Para ello accederemos en
nuestro dispositivo a Ajustes >Seguridad y marcar la casilla “Verificar aplicaciones” como se observa en la imagen.
Por defecto, como se ve en la captura anterior, nuestro Android tiene desmarcada por defecto la opción “Orígenes desconocidos”, para la instalación de aplicaciones desde “tiendas no oficiales”,
esto es debido a que en realidad podemos instalar aplicaciones que no
se encuentran disponibles en la “tienda oficial” pero sí en otras.
Esto, para quien sabe y le gusta “trastear” con el dispositivo supone una verdadera ventaja, sin embargo para otros, los que solo pulsamos en el botón “Siguiente”, puede ser un verdadero problema que complicaría más todavía nuestra “cibermovilvida”.
Si tenemos marcadas ambas casillas, cuando instalamos una aplicación desde esos “orígenes desconocidos”,
nuestro dispositivo analizará la aplicación, en el supuesto que se
detecte algún peligro nos preguntará si realmente queremos instalarla.
Si no estamos seguros JAMÁS INSTALAREMOS Y NOS OLVIDAREMOS DE LOS BOTONES – INSTALL – SIGUIENTE – NEXT – SÍ – OK o SIMILARES.
Si Google considera que la
aplicación que queremos instalar es dañina porque ya tenga información
sobre ello, la bloqueará directamente.
La descarga de estas aplicaciones fuera del Google Play NO es ilegal,
sin embargo requiere especial cuidado porque las aplicaciones se
descargan como archivos de instalación, como ocurre con los archivos
ejecutables en el ordenador, los que tienen extensión “.exe”, que en el caso de Android tienen la extensión “.APK”, archivos que, al igual que ocurre con sus “hermanos” en ordenadores, pueden tener “camuflados” cualquier tipo de malware que actúe como lo haría cualquier malware de ordenador.
Estos “nuevos peligros” a los que nos
enfrentamos podremos evitarlos si nos marcamos, como siempre, unas
pautas mínimas de seguridad. Pautas que no precisan que tengamos
conocimientos técnicos, simplemente, una vez conscientes de que existen
estos peligros, deberemos evitar que lleguen a nosotros para evitar que
nuestro dispositivo Android “enferme”.
También tenemos que prestar atención a
la descarga de las aplicaciones que no han salido todavía oficialmente, y
que son ofertadas en canales poco fiables, su instalación “gratuita” solo pueden traer consecuencias nefastas para nuestros dispositivos e incluso para nuestros bolsillos.
Y sobre todo debemos tener especial
cuidado con los permisos que damos a las aplicaciones que instalemos,
incluso algunas, que puedan parecer oficiales y hacer lo que realmente
publicitan en su instalación, pueden haber sido previamente “alteradas”,
con el fin de acceder a información personal almacenada en el
dispositivo, y que no es necesaria para el correcto funcionamiento de la
aplicación, e incluso permitir que el dispositivo realice llamadas a
números de tarificación especial, se suscriba a servicios de SMS
PREMIUM, o… ¡vete tú a saber!
Ante la duda lo mejor es informarnos en
Internet sobre la aplicación, en realidad “Google es nuestro amigo” y
nos da información si le preguntamos 
Y para terminar un típico “¿Sabías que…’”
¿Sabías que… existen
antivirus también para dispositivos móviles y que seguramente te
evitarían que tu Android se vea afectado por los peligros que aquí hemos
detallado?