Allá en los 90 se navegaba a bajísimas velocidades. Pero bajísimas en serio. Todo era tan lento que hasta quienes nos dábamos el lujo de formar parte del selectísimo grupo que tenía acceso a internet y para quienes todo era nuevo y veloz, pasábamos grandes lapsos de aburrimiento frente a la PC mientras se cargaba una página o -peor- descargábamos algo.

Recuerdo que en ese tiempo una amiga me mandaba canciones en .WAV (50 megas por canción) que yo ponía a descargar mientras jugaba aventuras gráficas porque a la postre esos 50 mb significaban un día entero de descarga. Sí, un día por canción.


Navegar era cosa para gente paciente. Pero como además la mayoría usaba Window$ y no sabíamos si fallaba el sistema o la conexión estaba todavía más lenta, entonces apelábamos a mirar fijo (el equivalente de rezar) todo lo que se movía en el ... Continuar leyendo